Salón de Fiestas Little Rollers

Decidimos que para celebrar el fin de cursos la mejor opción era contratar un salón de fiestas y reunirnos ahí para que los niños jugaran juntos y se divirtieran sin tener que soportar el calorón. Después de varias opciones vimos un saloncito nuevo que estaba por abrir muy cerca de la escuela. Nos gustó la idea ya que tiene una pequeña pista de patinaje y ahí mismo te prestan los patines. Hasta ayer que fue la reunión lo conocí.

El lugar es verdaderamente pequeño, son dos locales comerciales pegados, muy apretados caben 4 mesas de 8 personas. La pista de patinar tiene duela laminada y no mide más de 3metros x 2metros y a lo largo de ésta hay una mesa que tiene "alas" de manera que se hace más grande o más pequeña abriendo o cerrando dichas alas, lo cual es muy bueno para que no le "coma" lugar a la pista. En un extremo de la pista hay una canasta de basket ball, en el otro extremo que además protege la pared de vidrio está un mueble con patines. La pista sirve también como escenario en caso de que haya show y también ahí se rompe la piñata.

Pegado a la pared junto a la puerta se pudo poner una mesa con botana, entre esa misma pared y la cocina se forma un pasillito que te lleva al baño de caballeros. Del otro lado de la cocina hay otro pasillo que da al baño de damas que cuenta con cambiador.

Tiene un laberinto con alberca de pelotas y tobogán y el juego continúa por la pared con túnel de cintas (esas que son como tiras de lona entretejidas), un puente colgante y al final una resbaladilla que les encantó. La verdad que los niños se la pasaron genial y pues ese era el objetivo.

Bien, ahora comienzan mis comentarios.

El lugar es muy muy pequeño, en este caso eran alrededor de 15 niños y alrededor de 25 adultos, sinceramente no entra más gente. Eramos pocos y el ruido muy alto debido a que no tienen gran cosa que lo absorba. No me encantó que los baños estén junto a la cocina pero realmente no hay más espacio. El espacio está muy bien diseñado y aprovechado pero queda apretado.

El servicio es bastante bueno, muy atentas las muchachitas que trabajan ahí, nos rellenaban los vasos de refresco muy rápidamente y siempre estaban preguntando si necesitábamos algo más. También atendieron muy bien a los niños proporcionándoles los patines y ayudando a los que no sabían patinar. No así las dueñas o encargadas; son dos señoras de alrededor de 60 años poco amables y malencaradas, desde que las vi tuve la impresión de conocerlas y que no fue muy agradable la experiencia con ellas. Ya me acordaré.

El menú fueron 4 taquitos a vapor servidos con zanahorias en vinagre. Los tacos estaban insípidos y muy ralitos, de esos que tienen media hebra de carne en una tortilla de tamaño normal. Ni siquiera la salsa estaba digamos que atractiva. Lo mejorcito fueron las zanahorias. Para los niños eran 2 taquitos con papas fritas de bolsa.

La mesa de botana que en este caso eran palitos de pepino, zanahoria y jícama estuvo bien aunque no puedo decir que haya sido generosa o vasta, creo que nos medimos y alcanzó para todos y el chamoy y chilito que pusieron estaban muy sabrosos.

La animación duró como 20 minutos, los niños bailaron y se divirtieron.

Lo que contratamos fueron 20 platos de adultos y 15 de niños, nos cobraron 5600pesos, el salón por 3 horas, y cada persona adicional $110 (adulto o niño, fueron 5) lo cual se me hizo MUY caro para las instalaciones tan restringidas y la comida tan chafa. Aparte fueron $300pesos de la mesa de verdura con chamoy. Pero el punto más incómodo fue que mi marido llegó tarde y no le querían servir porque ya se habían servido los platos contratados cuando ni siquiera había el número de adultos por los que se pagó. Finalmente aceptaron servirle pero para mi eso deja un pésimo precedente y evidencia de que no tienen control.

Yo sinceramente no contrataría el lugar para una fiesta infantil, mucho menos para niños mayores que necesitan espacio para correr, los niños más pequeños (menos de 4 años) no pueden usar los patines ya que son pesados y es el atractivo del saloncito. Forzosamente los niños tienen que usar calcetines para subirse al laberinto, lo cual para mi es bueno porque evita que se contagien hongos y demás, pero a la mamá que tuvo que comprar calcetines ($20pesos) no le causó gracia. Bueno, hasta las fotos que les tomaron estaban carísimas $40 cada una. Me da pena decirlo pero no creo que dure mucho el lugar.

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