Andaba buscando una buena crema humectante para mi hija que tiene eczema y en época de frio y de ponerse el uniforme de pants de la escuela vive con parches de piel engrosada en las zonas que la tela le roza. Así que las rodillas y la cintura parece piel de elefante, opaca, gruesa y seca.
Repasando las opciones en el súper escuché la plática de una señora y su hija comentando lo buena que es la versión de Jergens con Manteca de Karité. Ya había escuchado del Karité que es una frutita de origen africano, muy buena para la piel así que enseguida la tomé y la llevé a casa.
No es mala pero nada del otro mundo, está de buena consistencia pero nada más. No he notado ninguna mejora en la piel de mi hija ni mucho menos, aunque estoy consciente de que se trata de una crema muy comercial. Lo que de plano no me gustó fue el aroma, es como embarrarse el caramelo más empalagoso que exista, acabé mareada de tanta melcocha aunque a la niña le encantó. Mil veces prefiero la Lubriderm.
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